¡Pienso, luego emprendo!

Carlos L. Chinchilla Cruz, MBA · nov-2013

Si usted es de las personas que sueñan con tener un negocio propio, es necesario que sepa que las estadísticas no están a su favor. Las investigaciones demuestran que al cabo de tres años, cerca del setenta y cinco por ciento de las nuevas empresas tuvieron que cerrar, y que a los cinco años más del noventa por ciento ya no existe. Esa es una tasa de mortalidad empresarial impresionante. Pero no se desanime, en este artículo le mostramos cuáles son las principales causas de fracaso y qué puede hacer al respecto.

Una persona emprendedora es aquella que desarrolla una visión de una obra, un proyecto o una oportunidad de negocio, y lleva a cabo una serie de actividades que son necesarias para hacerla realidad.

El emprendedor enfrenta múltiples factores que amenazan con acabar cualquier iniciativa empresarial, entre otros:

Falta de experiencia en gestión de empresas
Expectativas poco o nada realistas
Falta de habilidad para dirigir y motivar a los colaboradores
Falta de capacidad para generar ventas
Capital de trabajo insuficiente
Excesiva competencia
Malas prácticas en el otorgamiento de crédito
Malas prácticas en el servicio al cliente
Costos ineficientes
Falta de controles esenciales
Falta de planificación
Endeudamiento excesivo
Mala selección de los socios
Incumplimiento de obligaciones legales, sanitarias, ambientales, laborales y tributarias y mucho más.

10 cosas que usted puede hacer para aumentar sus probabilidades de éxito como emprendedor:

Desarrolle una idea ganadora de negocios, que realmente le apasione.
Investigue: a los competidores y a los posibles clientes para determinar cuál es en realidad la oportunidad que existe en el mercado.
Haga que su producto o servicio cumpla estrictamente con la promesa básica o que la exceda (función primordial).
Concéntrese en satisfacer profundamente a sus clientes.
Solo delegue funciones en colaboradores competentes.
Cumpla siempre sus compromisos y a tiempo.
Solucione los problemas que surjan con gran sentido de urgencia.
Busque siempre la mejor información para tomar mejores decisiones.
Separe sus finanzas de las de su empresa, y manténgalas en orden.
Haga un plan de capacitación para desarrollar las competencias que la empresa demanda de usted y de sus colaboradores, y sígalo paso a paso.