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El estilo de dirección como factor de riesgo en la salud ocupacional

Tradicionalmente se abordó la salud ocupacional desde las perspectivas de la prevención de accidentes y enfermedades laborales, enfocadas principalmente en las amenazas derivadas de las condiciones físicas y estructurales de los diversos procesos de trabajo.

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Más recientemente ha surgido un enfoque integrador denominado biopsicosocial, que plantea que el factor biológico, el psicológico (el pensamiento, las emociones y los comportamientos) y los factores sociales (entre ellos: las relaciones, las condiciones y el ambiente laboral), tienen un impacto significativo en la actividad humana que se genera dentro de las organizaciones tanto públicas como privadas, y en la salud y la enfermedad de los trabajadores. (Uribe: 2015)

A menudo olvidamos que los trabajadores no son una mercancía; son seres humanos que piensan, sienten emociones, que merecen respeto y trato digno para potenciar al máximo sus capacidades. Conocemos además, que el rendimiento de estos en cualquier organización, está en función no solo de sus capacidades, sino de su estado de ánimo y de salud en general.

En una investigación de Cisneros de la Universidad de Alcalá (2010), el liderazgo “tóxico” que ejercen algunos tipos de jefes, afecta negativamente a un 38% de los trabajadores, con la consecuente baja en el desempeño que alcanza a significar hasta un 30% en los resultados. Recientes conclusiones de la Organización Internacional del Trabajo indican que “mientras las medidas de seguridad física han aumentado, la fragilidad psicológica de los empleados también ha subido”.

Cisneros encontró que los 10 principales estresores en el trabajo son:

  1. Clima laboral deteriorado (46.7%)

  2. Mala calidad del jefe (45.7%)

  3. Falta de claridad o confusión de “roles” (43.7%)

  4. Mala organización del trabajo (42.8%)

  5. Demandas de trabajo excesivas (42.1%)

  6. Falta de motivación (42.0%)

  7. Miedo organizacional (38.6%)

  8. Presión laboral excesiva (38.1%)

  9. Falta de reconocimiento (37.3%)

  10. Falta de participación (37.2%)

Notó usted amable lector(a), ¿cuántos de esos factores estresores están relacionados con el estilo de dirección que ejercen los jefes? Esta misma lista puede tomarse como una lista de objetivos para plantear acciones concretas de mejora continua en los estilos de dirección que se ejercen en nuestras empresas e instituciones.

En conclusión, “las organizaciones que no se preocupan del capital humano, están perjudicando su cuenta de resultados, según lo afirma. J. Pfeffer”. Agregamos nosotros, que también están perjudicando la salud de la nación. Si usted desea saber más sobre nuestros planes de apoyo para fortalecer la "salud" de su empresa, consúltenos.

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