Tips para manejo del FLUJO DE EFECTIVO en MIPyMEs
Carlos L. Chinchilla Cruz, MBA · mar-2014
Si preguntamos a los empresarios qué necesitan para operar con holgura y crecer, la mayoría de respuestas incluirán de alguna forma “más capital de trabajo”. ¿Qué se hizo el capital de trabajo? ¿Ha aumentando o ha disminuido? ¿En cuánto y por qué? Si se redujo, ¿a dónde se fue? Las respuestas deben ser inmediatas y sin titubeos.
El efectivo le permite a su negocio funcionar adecuadamente, es decir: sirve para cubrir los gastos de operación como alquileres, energía, salarios, impuestos y servicios públicos, entre otros gastos, también para realizar compras e invertir en activos productivos y hacer crecer el negocio. Si su empresa se queda sin efectivo, enfrentará graves riesgos y la amenaza de insolvencia (quiebra). Los fracasos financieros, si la gestión es transparente, se pueden prevenir. Por eso el gerente o empresario necesita planificar con mucho cuidado y detalle las entradas y las salidas de dinero, el flujo de efectivo, que se convierte así en una poderosa herramienta que todos los días debe revisar y gestionar. Todo negocio tiene altibajos temporales; hay meses con exceso de liquidez y otros con faltante. Los excedentes de un mes, por ejemplo, deben servir para cubrir las necesidades de fondos de otros meses. Si usted dispone de esos fondos por error o por malas prácticas financieras, de seguro mañana le faltarán y no podrá operar adecuadamente, pues no puede dejar de pagar los salarios, ni los impuestos, ni a sus acreedores y demás. Si usted detecta que su empresa va a tener faltantes de efectivo dentro de unas semanas o meses, debe actuar ahora para solucionar esas necesidades de fondos. He aquí algunos tips para el manejo eficiente del flujo de efectivo:
No todo el dinero que ingresa pertenece a los socios o al empresario; recuerde que hay que pagar a los acreedores, los impuestos y los gastos de operación, entre otros. Si usted tiene una micro o pequeña empresa, fíjese un salario razonable.
Separe sus ingresos de los ingresos del negocio. No mezcle en una misma cuenta los fondos personales con los del negocio.
Nunca gaste más de lo que ingresa.
Si una erogación no va a aumentar la productividad, evítela.
No financie activos fijos con deudas de corto plazo.
Mantenga sanas sus cuentas por cobrar y lo más bajo que pueda el periodo medio de cobro. Asuma solo riesgos calculados que no causarán un daño al giro del negocio en caso de que ocurran.
Maneje inventarios sanos y razonables para evitar la inmovilización de fondos y los costos innecesarios de manejo.
Establezca un fondo de efectivo razonable que le permita cubrir las operaciones durante cierto tiempo, aún si ocurre algún imprevisto.
Invierta con seguridad los excedentes para minimizar los fondos ociosos.
Busque a tiempo los recursos que le faltan para “calzar su presupuesto de efectivo” al costo más bajo posible.
Evalúe distintas alternativas si acostumbra descontar facturas y escoja la más favorable.
Analice las ventajas y los inconvenientes del leasing o arrendamiento financiero para desarrollar sus proyectos de inversión.
Pregunte por nuestros programas de desarrollo empresarial. Consúltenos.